Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

VOLVER AL MENÚ PRINCIPAL


1589
Legislatura: 1894-1895 (Cortes de 1893 a 1895)
Sesión: 15 de noviembre de 1894
Cámara: Congreso de los Diputados
Discurso / Réplica: Réplica
Número y páginas del Diario de Sesiones: 4, 45-46
Tema: Debate sobre la presencia de un obispo protestante

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta) : Ya comprenderá el Sr. Marqués del Vadillo que se trata de dos cosas enteramente distintas, que la una es materia religiosa y la otra materia política; ya comprenderá también que los Obispos, muy respetables y muy respetados por mí, no son los llamados por la ley a interpretar, ni las leyes políticas, ni la Constitución del Estado, y que, como no son los llamados a interpretar la Constitución del Estado, han hecho lo que yo hago también. Yo protesto [45] contra ese acto, y protesto porque siento, como católico apostólico romano, que se haya realizado; pero como se ha realizado sin faltar a la Constitución, el Gobierno no tiene más remedio que respetar las leyes y hacer que las respeten los demás.

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): El Sr. Marqués de Vadillo sabe que hay otra interpelación igual anunciada en el Senado, que está aceptada por el Gobierno, como acepta, desde luego también, la de S. S. ; en este concepto, me parece que debe dejarse la primacía a aquel Cuerpo que primero la ha iniciado; pero, después de todo, Ministros hay allí y Ministros hay aquí, y no creo que haya inconveniente en que aquí se explane también la interpelación que S. S. ha anunciado. Yo desde luego le aseguro a S. S. que le va a ser muy difícil demostrar que se ha faltado a la Constitución del Estado y que con eso haya un escarnio a nuestra religión.

Dado el sistema que nos rige, dados los preceptos constitucionales, hay aquí tolerancia de cultos; y todo culto distinto del nuestro que se realice sin manifestación pública ninguna, ni signo exterior de ninguna clase, se halla el Gobierno obligado a consentirlo; y si no lo hace así, faltaría a la Constitución.

Y así como el Gobierno esta dispuesto a no tolerar lo que la ley no tolera, que es manifestación pública de ningún culto disidente, así también se halla obligado a respetar y a hacer respetar lo que la Constitución establece, que es la tolerancia de cultos y el ejercicio de los mismos en todo lo que no haya ni signos exteriores ni manifestación pública ninguna. (Muy bien.)



VOLVER AL MENÚ PRINCIPAL